Ruta a la cascada de Molières con niños

Última actualización agosto 27, 2025

Ruta a la cascada de Molières con niños

Hacer senderismo en familia siempre tiene un punto mágico, y esta vez la aventura fue todavía más especial porque la vivimos con nuestro hijo de 2 años, que nos acompañó en la mochila portabebés de montaña. La ruta a la cascada de Molières con niños es uno de esos paseos que te reconcilian con la naturaleza: fácil, bien señalizado y con un final espectacular que te deja sin palabras.

El Valle de Arán nunca decepciona, y aquí encontramos una excursión que combina bosque, río y el rugido de un salto de agua que impresiona tanto a mayores como a pequeños. Aunque el camino es asequible, llevar a un peque en portabebés me permitió disfrutar de la ruta sin preocuparme de si se cansaba, mientras él observaba fascinado los árboles y el agua.

Cascada de Molières

El protagonista indiscutible es el salto de agua de Molières, un torrente que baja con fuerza desde las montañas, formando un paisaje de postal. El entorno es fresco incluso en verano, lo que convierte la caminata en un plan ideal para familias que viajan con niños pequeños.

Un detalle encantador del recorrido

Durante el camino, cruzamos pasarelas de madera y pequeños puentes, algo que a mi hijo le llamó muchísimo la atención desde su “mirador” en la mochila. El sonido constante del río nos acompañó en todo momento, creando una atmósfera relajante. Es un sendero en el que nunca te aburres, porque siempre hay algo nuevo que mirar: flores, mariposas y las sombras de los árboles que refrescan la marcha.

Cómo llegar a la cascada de Molières

El punto de partida está en el Refugio de Conangles, al que se accede fácilmente desde Vielha tomando la N-230 y atravesando el túnel de Vielha. A pocos metros del refugio hay un aparcamiento amplio donde dejamos el coche. Desde allí comienza la senda hacia la cascada, perfectamente indicada.

Rutas  a la cascada de Molières

Subida a la cascada de Molières

El sendero es apto para toda la familia, pero si vas con niños muy pequeños, como en mi caso, lo ideal es usar una mochila portabebés de montaña para que todos disfruten. El recorrido no tiene pasos complicados ni zonas expuestas, lo que transmite mucha seguridad.

Inicio de la ruta

La salida es suave, con un camino ancho que poco a poco se va adentrando en el bosque. A los pocos minutos ya empiezas a escuchar el rumor del agua, que guía el trayecto. Avanzamos despacio, haciendo paradas para que el peque estirase las piernas y jugara con las piedras del río. El sendero va alternando tramos llanos con alguna subida más pronunciada, pero nada que se haga pesado si lo llevas en mochila.

Después de algo más de una hora a ritmo tranquilo, aparece ante nosotros la cascada de Molières, un espectáculo de agua cayendo en vertical entre rocas. Aprovechamos para descansar en las praderas cercanas, merendar y dejar que el peque disfrutara de la naturaleza.

Descenso

El regreso lo hicimos por el mismo camino. Al ser bajada, fue mucho más rápido, y con la tranquilidad de que el terreno es seguro y sin dificultades técnicas.

Conclusión

Hacer la ruta a la cascada de Molières con un niño de 2 años en portabebés fue una experiencia inolvidable. No solo porque es un paseo fácil y espectacular, sino porque nos permitió compartir con nuestro hijo un pedacito de naturaleza en estado puro. Si buscas una excursión sencilla, sin riesgos y con recompensa final, esta ruta en el Valle de Arán es perfecta para vivirla en familia.

Fotos de cascada de Molières

Cascada de Molières Wikiloc