
Anboto 1.331 m
Subida Anboto desde urkiola
Provincia: Bizkaia
Zona: Sierra de Aramotz
Modalidad: Senderismo
Dificultad: Alta
Orientación: La ruta está señalizada
Distancia: 10,34 km
Altura máx: 1.331 m
Altura min: 706 m
Desnivel acumulado: 872 m
Duración: 2h 55 mins
Cumbres: Urkiola (1.008 m) y Anboto (1.331 m)
Anboto desde Urkiola
Adentrarse en el monte Anboto desde Urkiola es mucho más que una simple excursión, es conectar con la esencia de Euskal Herria, su naturaleza salvaje y sus historias más antiguas. Este imponente pico de 1.331 metros se alza como un gigante en el parque natural de Urkiola, desafiando a montañeros y narrando leyendas de tiempos remotos.
Desde el santuario de Urkiola, punto de partida de múltiples rutas, entre ellas la de Urkiolamendi se inicia una de las subidas más populares al Anboto. A lo largo del camino, los paisajes cambian, desde frondosos bosques hasta crestas rocosas, y las vistas se amplían regalándonos una panorámica única de Bizkaia y Álava.
Monte Anboto: leyenda y desafío natural
El Anboto no es solo un reto para los amantes del senderismo, es un símbolo de identidad para los vascos. Con sus laderas abruptas y caminos exigentes, este monte ha sido el escenario de historias que mezclan mitología y naturaleza, haciendo de cada ascenso una experiencia espiritual y física.
Situado en el corazón de la sierra del mismo nombre, el Anboto es uno de los puntos más altos y admirados del Duranguesado. Rodeado de otros picos como el Alluitz, forma parte del Parque Natural de Urkiola, una reserva que protege tanto la flora y fauna como el patrimonio cultural vasco.

Mari: La dama del Anboto
Una de las leyendas más fascinantes de la mitología vasca es la de Mari, la diosa o dama del Anboto. Según las historias transmitidas de generación en generación, Mari habita en las profundidades de la cueva situada en la cara oeste del monte. Representa la naturaleza, el clima y el poder sobre los elementos.
Se dice que aparece como una mujer majestuosa con cabello dorado, a menudo peinándolo al sol en la entrada de su morada. Mari no solo es una figura mitológica, sino un símbolo de conexión entre el pueblo vasco y su tierra. Muchos montañeros sienten que visitar el Anboto no es solo una excursión, sino también un tributo a esta presencia legendaria.
¿Cómo llegar al santuario de Urkiola?
Llegar a Urkiola es sencillo, y el santuario es un punto de partida ideal para explorar el monte Anboto. Aquí te detallo las principales formas de acceso:
- En coche: Desde Bilbao, toma la AP-8 y luego la BI-623 hacia Durango. Desde allí, sigue las indicaciones hacia el puerto de Urkiola. Hay un aparcamiento gratuito junto al santuario.
- En transporte público: Desde Durango, hay autobuses locales que conectan con Urkiola, aunque la frecuencia puede ser limitada.
- En bicicleta: Para los más aventureros, el puerto de Urkiola es un reto para ciclistas experimentados y ofrece un recorrido espectacular por su entorno natural.
Rutas más comunes para subir al Anboto
Las opciones para alcanzar la cima del Anboto son variadas, pero estas son las más destacadas:
- Ruta normal desde el santuario de Urkiola: Es la más popular, con un nivel moderado de dificultad y vistas inigualables.
- Ascenso desde Atxarte: Una ruta más técnica, recomendada para montañeros experimentados.
- Ruta por el cresterío: Ideal para quienes buscan un desafío extremo y no temen las alturas.
Subida a Anboto desde el santuario de Urkiola
Inicio de la ruta: del santuario al pie del Anboto
El recorrido comienza en el emblemático santuario de Urkiola, un lugar cargado de espiritualidad. Desde aquí, un sendero bien marcado nos lleva a través de un bosque de hayas y robles que parece sacado de un cuento. La pendiente es moderada, pero a medida que avanzamos, el terreno se vuelve más rocoso y expuesto.
Aún así tendremos dos opciones, la de ir bordeando por la pista Urkiolamendi o subir a Urkiolamendi y luego enlazar a la pista que nos une para llegar a las campas de Asuntze.
Da igual lo que decidamos ya que llegaremos al mismo camino, para continuar hasta el collado.
Una vez alcanzamos el collado de Asuntze, el Anboto se muestra en todo su esplendor. Las vistas al Alluitz y los valles circundantes hacen de este lugar un punto perfecto para tomar un respiro y admirar el paisaje.

El ascenso al Anboto: recorriendo el corazón del monte Anboto
Desde el collado, el sendero se estrecha y la pendiente aumenta considerablemente. Aquí comienza el tramo más exigente, con zonas de roca caliza que requieren precaución y buen calzado. La experiencia de caminar por esta parte del recorrido es intensa, rodeada de imponentes paredes y un silencio que solo interrumpe el viento.
Al llegar a la cima, el esfuerzo queda recompensado. Las vistas abarcan desde el Gorbea hasta los montes de Álava y Gipuzkoa. Es un lugar perfecto para detenerse, disfrutar del momento y, si las condiciones lo permiten, tomar fotos inolvidables.

Descenso del Anboto: vuelta por el mismo camino
El descenso se realiza por el mismo sendero, recordando que es igual de importante mantener la concentración. La bajada por las rocas calizas puede ser resbaladiza, especialmente en días húmedos. Al regresar al santuario, la satisfacción de haber conquistado el Anboto desde Urkiola es inmensa.

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